Azacanes versus Artificio

Seguramente, allá por el 1600, al gremio de los azacanes que se dedicaban a subir agua desde el río Tajo hasta la ciudad de Toledo, no les haría mucha gracia cuando oían hablar de algún que otro intento de hacerles la competencia mediante la construcción de alguna que otra máquina para realizar su trabajo con la misma eficacia que ellos mismos pero con más eficiencia. Es posible que al ver que el progreso tecnológico quería quitarles su trabajo se pusieran a temblar temiendo por su futuro, y que se alegraran enormemente cuando veían que esos intentos, a pesar de los avances de la tecnología, fracasaban.

Pero hete aquí que apareció Juanelo Turriano en escena, y como gran genio que era, aparte de las agarraderas que tenía con la corona, logró llevar a cabo su proyecto con éxito, y no solo una vez, sino dos.

No es difícil imaginar que los pobres aguadores verían un negro porvenir en aquellos años de incertidumbre laboral, pero como quiera que el agua era en gran parte para el Alcázar, y a que, además, los 2 artificios de Juanelo se deterioraron pronto, al final casi ni se enteraron de la competencia que les pudieron hacer los ingenios hidráulicos del progreso y continuaron desempeñando su oficio hasta bien entrado el siglo XX, cuando por fín llegó el abastecimiento moderno, mediante tuberías, a la ciudad.

Sin embargo, quizás los aguadores no le hubiesen puesto ninguna objeción a una mejora en sus penosas condiciones laborables, aunque esta viniese de la mano de las máquinas y siempre y cuando esta mejora no pusiera en riesgo sus puestos de trabajo como autónomos.

Pués bien, en 1561 vivían, solamente en la calle Azacanes , unos 137 aguadores. Suponiendo que por lo menos habría en toda la ciudad como mínimo 240 y formando con ellos 4 grupos de 60 aguadores; haciendo que se subieran por turnos, y como contrapeso, a la plataforma de una vagoneta que se deslizaría por una rampa, tal y como se muestra más
abajo en la animación virtual, y con esta acción, su peso aproximado de 4.000 kg subiría por la otra rampa una piedra de 2.000 kg. Esta piedra a su vez, en el paso siguiente haría de contrapeso para hacer subir 1 metro cúbico de agua, o sea, 1.000 kg. Con esta dinámica se estaría haciendo bajar a cada grupo 1 vez cada hora. Los 4 grupos harían que esto diese un resultado de 4 viajes por hora y 4 metros cúbicos de agua subida en el mismo tiempo. Esto representaría en una jornada de 10 horas un total de agua subida desde el río a la ciudad, de unos 40 metros cúbicos.

Cada aguador bajaría 10 veces al día en la plataforma, totalmente descansado, y tendría casi 1 hora para volver a subir por las escaleras u otro camino habilitado para ello, soportando solamente el peso de su cuerpo y sin tener siquiera que preocuparse de azuzar a su jumento.

Esa sería la mejora laboral que le proporcionarían esas rampas, relativamente fáciles de construir en aquellos tiempos y fáciles también de mantener. Y la mejora laboral no se ceñiría solamente a ganar en lo que respeta a un cuerpo más descansado, sino que también podrían prescindir de los burros y de tener que preocuparse de su manutención para que estuviesen en condiciones de trabajar.
Los aguadores únicamente tendrían que preocuparse de sí mismos, cobrarian por semana o por mes. Y ahí  está precisamente lo malo de esta cuestión para algunos: Dejarían de ser autónomos y se convertirían en asalariados de quien hubiese construído el artificio de las rampas de subida y obtenido así la licencia de explotación.
Aún así, se podría pensar que la mayoría aceptaría pasar a ser un empleado de la "compañía de aguas". A quién le iba a amargar estar toda la jornada de trabajo tirándose por un tobogán y cobrando por ello.


Alternativa a la corriente del río para subir agua con contrapesos  humanos y de granito y mediante el uso de rampas y vagonetas.



Otra opción para subir agua, más eficiente que la anterior, sería utilizar un montacargas como el que se muestra a renglón seguido. Con esta alternativa, con menos aguadores se conseguiría subir más agua, debido a que la fricción sería menor.
Con solo 40 personas por grupo (unos 2.600 kg), o sea 160 aguadores en total actuando como contrapesos humanos y con 4 viajes por hora subiendo 1.500 kg. de agua por viaje y haciendo una jornada de 10 horas de 40 viajes, como en el caso anterior, la cantidad total de agua subida por día sería de 60.000 kg o 60 metros cúbicos y los aguadores tendrían igualmente casi una hora entre viaje y viaje para subir la cuesta de unos 300 metros y un desnivel aproximado del 30 por ciento, o para subir por las escaleras.

En los dos sistemas, seguro que se podrían ajustar un poco los tiempos para sacar más de rendimiento, pero eso ya sería cosa de la "Compañía de Aguas" y de su modelo de negocio.



Alternativa a la corriente del río para subir agua con
contrapesos humanos y de granito y mediante el uso de
un ascensor o montacargas.

     



Publicado el 07-02-2018





















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